lunes, 18 de octubre de 2010


¿Cómo se hace cuando algo ínfimo, pero impredecible, nos tumba la vida? ¿Cómo seguir cargando eso, sin volumen, pero con el más grande de los pesos?. Cuando sentimos que una llave que no queríamos usar, abre ciertas puertas a las que le temíamos; Cuando cualquier motivo es suficiente para sumar peso, a esa mochila de malos pensamientos que nos modifica y entorpece el caminar; Cuando estamos desauciados... y la ciudad sigue corriendo; Cuando las luces no se apagan y, sin embargo, nada surge en tu interior : Se siente perderlo todo, y ningún todo se fué de aquí. Nos creemos solos, devastados. "Nada puede salir bien, después de hoy". Alimentamos un dolor, que pretendía pasar desapercibido. Sembramos pesimismo en cada céntimetro apto, y nadie cosecha para renovar. ¿Algo nos va a salvar?. Usemos la cabeza.. Conservemosnos sanos, sepamosnos acompañados. Encontremos manos en lugares insólitos, que aunque no sean la salvacion, nos den un respiro. Si un detalle fue suficiente para dejarnos caer, que otro lo sea para vencer... Sin pertmitirnos derrochar tiempo. Un tiempo utilizable para sonreír. Porque la vida sigue su rumbo... y, según dicen, así tiene que ser.

A.C. 18-10-10

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